Hola, este es el relato de unas minivacaciones de pesca por tierras Gallegas. Todo empezó con una llamada de mi hermano (Angel Anguas-Ciberneptuno) el día de mi cumpleaños, informándome que había comprado billetes y organizado todo para que pasáramos cuatro días por y para la pesca en Galicia.
Pude organizarlo todo para ausentarme tres días del trabajo y poder disfrutar de esos días de hermandad y pesca…
Las vacaciones empezaron el Viernes día 18 a las 04:00 de la mañana,, hora de levantarse y dirigirme al aeropuerto para coger el primer vuelo del día con destino Santiago. Llegamos a destino sobre las 09:00 , recoger los “bártulos” que previamente había enviado y dirigirnos a POIO, una preciosa población de Pontevedra donde teníamos reservado un apartamento que sería nuestra base durante nuestra estancia allí.
Nada más llegar, ya teníamos a nuestro amigo Daniel Otero esperándonos,, vaya tipo, de esos a los que dejarías en manos tu posesión más preciada con la tranquilidad de que sería bien custodiada. No nos faltó de nada, el amigo se pasó los cuatro días a nuestra disposición, ofreciéndonos su casa, llevándonos a los sitios de pesca, llevándonos a comer y enseñándonos esa preciosa ciudad. Mucho que agradecerle..
De antemano sabíamos que el tiempo no acompañaría y así fue,, mal tiempo, lluvia , viento y marejada. Aun así, no tardemos en tomar contacto con el agua sábado y Domingo (No se puede pescar entre semana), pudiendo disfrutar de unas espectaculares y agitadas aguas donde la vida fluye por todos los costados, aun con condiciones duras.
Mi primera impresión al entrar en el agua, fue de descontrol. El mar te domina, te mece a su antojo, agua bastante sucia, fondo abrupto, con alga alta y pensando lo difícil que resulta pescar en esas condiciones aún a sabiendas que hay mucha vida.
Los primeros lances tardaron en llegar, pero en cuanto pegué el primer tiro, después todo parecía más fácil,, un pinto allí, otro allá, alguna lubina, sargos, etc. Conseguimos hacernos con unos buenos pasadores. Tuve la oportunidad de poder pescar un par de pintos buenos, y alguna otra pieza maja, lo cual, si me lo dicen en la primera apnea que hice en tierras Gallegas , no lo hubiera imaginado, pero con los consejos de nuestro anfitrión, todo parecía mas fácil.
Cada salida de pesca se completaba con una espectacular comida, carne, pescado, marisco,, que más se puede pedir con unas condiciones muy adversar en cuanto a la meteorología se refiere pero favorables en cuanto a la compañía y disfrute en la mesa.
Tras éstas salidas, el Lunes tocó descanso y turismo hasta la hora de coger el avión de vuelta.
Pude organizarlo todo para ausentarme tres días del trabajo y poder disfrutar de esos días de hermandad y pesca…
Las vacaciones empezaron el Viernes día 18 a las 04:00 de la mañana,, hora de levantarse y dirigirme al aeropuerto para coger el primer vuelo del día con destino Santiago. Llegamos a destino sobre las 09:00 , recoger los “bártulos” que previamente había enviado y dirigirnos a POIO, una preciosa población de Pontevedra donde teníamos reservado un apartamento que sería nuestra base durante nuestra estancia allí.
Nada más llegar, ya teníamos a nuestro amigo Daniel Otero esperándonos,, vaya tipo, de esos a los que dejarías en manos tu posesión más preciada con la tranquilidad de que sería bien custodiada. No nos faltó de nada, el amigo se pasó los cuatro días a nuestra disposición, ofreciéndonos su casa, llevándonos a los sitios de pesca, llevándonos a comer y enseñándonos esa preciosa ciudad. Mucho que agradecerle..
De antemano sabíamos que el tiempo no acompañaría y así fue,, mal tiempo, lluvia , viento y marejada. Aun así, no tardemos en tomar contacto con el agua sábado y Domingo (No se puede pescar entre semana), pudiendo disfrutar de unas espectaculares y agitadas aguas donde la vida fluye por todos los costados, aun con condiciones duras.
Mi primera impresión al entrar en el agua, fue de descontrol. El mar te domina, te mece a su antojo, agua bastante sucia, fondo abrupto, con alga alta y pensando lo difícil que resulta pescar en esas condiciones aún a sabiendas que hay mucha vida.
Los primeros lances tardaron en llegar, pero en cuanto pegué el primer tiro, después todo parecía más fácil,, un pinto allí, otro allá, alguna lubina, sargos, etc. Conseguimos hacernos con unos buenos pasadores. Tuve la oportunidad de poder pescar un par de pintos buenos, y alguna otra pieza maja, lo cual, si me lo dicen en la primera apnea que hice en tierras Gallegas , no lo hubiera imaginado, pero con los consejos de nuestro anfitrión, todo parecía mas fácil.
Cada salida de pesca se completaba con una espectacular comida, carne, pescado, marisco,, que más se puede pedir con unas condiciones muy adversar en cuanto a la meteorología se refiere pero favorables en cuanto a la compañía y disfrute en la mesa.
Tras éstas salidas, el Lunes tocó descanso y turismo hasta la hora de coger el avión de vuelta.
En esta ocasión, os dejo un vídeo resumen de las jornadas pasadas allí dentro y fuera del agua, y sobre todo el agradecimiento a mi hermano por haberme dado la oportunidad de disfrutar de estos días y a Dani por haber sido un anfitrión de lujo.
Espero poder volver a escribir pronto, esta vez explicando alguna jornada por mis tierras.
Saludos.
