lunes, 25 de abril de 2016

llega la primavera

Domingo 24 de Abril 2016




Para esta época , otros años ya había tenido encuentros con mis queridas amigas las doradas.. pero este año se están retrasando más de la cuenta. Domingo 24, la salida era específica para ellas, había que buscarlas y ver si finalmente ya están aquí o no. A las 7:32 hice mi primera espera, lo cual para ellas y en la zona que las frecuento es indispensable. Lo primero que me llamó la atención es que en una semana había subido la temperatura casi tres grados. La pasada semana me marcaba el reloj 13º-14º y ésta semana se quedó clavado en los 16º.

La visibilidad era muy buena, suficiente para su encuentro, y sin mar de fondo que pudiera enturbiar el fondo. A la cuarta espera tuve el esperado encuentro. Más o menos cuando llevaba un minuto en el fondo, las vi aparecer como me esperaba, a media agua tirando alto y un grupo bastante numeroso, pero lo que había olvidado era lo esquivas y la velocidad que llevaban. En cuanto el grupo entró en mi ángulo de visión, empezaron a dispersarse sin opción de tiro.. Fueron tres segundo de stress total.. cuando se fueron seguí sin moverme pues sabía que podrían volver, y así fue, pero la jugada fue la misma , muy rápidas y en el límite de tiro y sin opción. Al menos ya las había visto. Treinta esperas después vi otra, esta iba sola y era de muy buen porte, pero la situación se repitió.. en cuanto entró en mi campo de visión, coletazo y desapareció como había llegado,, por arte de magia. Si no fuera porque lo tengo grabado , pensaría que mi mente me jugó una mala pasada.. aun así, la grabación es confusa pues más que verse, se intuye su preciosa marca dorada.

Tras esto cambié de estrategia y me dirigí a poca agua a ver si corría alguna lubina, y si, sí que corría alguna , y no veas como corrían.. jeje.. Pude ver cuatro, de las cuales disparé a dos y las fallé y otras dos que ni siquiera puede disparar. He de decir que el agua se había ensuciado y el poco mar de fondo hacía que la arena se levantase enturbiando mi visibilidad. Lo curioso es que una de ellas, la más grande me vino de cara,, pero justo en el ángulo contrario a donde tenía apuntando mi fusil , a los cinco segundos de llegar al fondo , vino, me miró y se marchó como un rayo.

Finalmente pude hacer un pequeño rancho de sepias y volví a casa con la buena sensación de saber que ya están llegando y espero que pronto pueda mostraros alguna buena captura de estas difíciles piezas.

Os dejo un video recopilatorio de lo que ha sido el día.



Un abrazo