domingo, 8 de diciembre de 2013

7/12/2013
El día amanecía claro, pero frío. El madrugón fue de los buenos, para estar en el pesquero a primera hora. Un principio de semana con mal tiempo y mala mar, ha dado paso a un final de semana con mar tranquilo y tiempo soleado, lo que me daba la esperanza de poder hacerme con alguna preciosa plateada, mis apreciadas lubinas
La pesca la realicé a poca agua, la claridad era muy aceptable, y el gran movimiento de bancos de grandes lisas, me ilusionaba. Las esperas se hacían eternas, escudriñando esos bancos de lisas, esperando ver entre medio, alguna elegante plaeada sin éxito. Espera tras espera, y en el primer pesquero no conseguí ver ninguna, a excepción de un pequeño breado al que indulté.
Me dirigí al segundo pesquero, y mas de lo mismo, el agua un poco mas limpia, menos profundidad, fondo arenoso y mas lisas. En una de las esperas, pude ver un brillo, se trataba de una lubina pequeña, a la que apunté , pero no me decidí a disparar , esperando que hubiera alguna un poco mas grande. Tras ésta, apareció una cabeza de frente, y la apunté (últimamente me siento inseguro en los tiros frontales), por lo que opté a esperar a que se girara, y cuando lo hice, fallé. Supongo que la mala posición de disparo, unido a la poca profundidad, y el movimiento de la ligera mar de fondo, hicieron el resto.

Decepcionado, y después de intentar hacer algunas esperas mas, me fuí al siguiente pesquero.
La claridad era la misma, y la profundidad un poco mas, pero todo seguía igual. Muy poco pescado, y ausencia total de las lubina. 
Despues de casi 5 horas de pesca, finalmente di por concluida la jornada, contento como siempre por desconectar del mundo y estar en contacto con el líquido elemento.
Esperaremos a la próxima......

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